El archipiélago de Chiloé está en el océano Pacifico al sur de Chile en la región de la Patagonia. Un rasgo importante de Chiloé, como es isla, es que está rodeada por el agua, entonces hay mucha mitología relacionada con el mar, que se ha trasmitido por las generaciones. Los mitos y leyendas de Chiloé tienen importancia en tres aspectos: ofrecen una explicación creativa de la formación del archipiélago, justifican eventos desafortunados, y definen cómo es la vida chilota.Chiloé era tierra firma hace miles de años, pero según la leyenda chilota, la llegada de Cai-cai Vilú, una serpiente del mar, trajo una guerra entre él y la serpiente del bien, Ten-ten Vilú (Romero). Cai-cai Vilú quería transformar todas las islas en mar, y entonces alzó el nivel del agua en la tierra para convertirlo en mar. Ten-ten Vilú jugó el rol heroico y para salvar a la gente y los animales, subió la tierra y creó unos cerros para que la gente y los animales pudieran subir a la seguridad (Romero). Además, para que no se ahogara la gente, Ten-ten Vilú convirtió a la gente en aves para volar (Naguil 2). Después de unos años de lucha, terminó la lluvia y el nivel de agua bajó y Ten-ten Vilú ganó la guerra (Naguil 2). Los que no sobrevivieron se integraron en la tierra: “los animales se transformaron en piedras, los seres humanos, que no alcanzaron las cumbres de los cerros se transformaron en peces” (Naguil 2). Con respecto a la formación de las islas mismas, los valles que estaban antes se llenaron de agua y quedaron transformados en canales y golfos, y los cerros y cordilleras que sobresalieron son las islas que conocemos actualmente (Naguil 2). El movimiento constante (de los terremotos) en esta región del mundo debido a la convergencia de placas tectónicas es explicada por la gente chilota como unas fuerzas positivas y negativas personificadas por los reptiles míticos Cai-cai Vilú y Ten-ten Vilú (Naguil 2).
Los mitos y leyendas de Chiloé no sólo sirven para relatar la creación del archipiélago, sino explican los eventos desafortunados que pasan de vez en cuando a la gente chilota también. Un personaje mítico que ayuda a explicar esos eventos es la Voladora. Esta figura de bruja puede transformarse en pájaro y ser mensajera entre brujas (Naguil 8). El grito de la Voladora es lo que la gente más teme: si “en el vecindario se escucha como si fuera un pájaro, entonces vendrán desgracias y muertes entre los vecinos” (Velásquez). Otro personaje mítico es el Trauco, “un hombre pequeño deforme, repelente, de baja estatura, de facciones gruesas y toscas...que porta un hacha de piedra” (Naguil 18). Este hombrecito tiene la meta rara de desflorar a las mujeres solteras (Naguil 18). En vez de identificar al padre verdadero, muchas mujeres solteras echan la culpa al Trauco para explicar su embarazo (Romero). Uno de los mitos más populares de las islas de Chiloé es el buque fantasma de Caleuche. El Caleuche es un buque habitado por brujas y pasa por el mar cuando está muy nebuloso y se ilumina en la distancia con una luz atractiva a los chilotes (Romero). “El castigo para aquellos que miran al Caleuche consiste en dejarle la boca chueca, la cara hacia la espalda o bien darles muerte en forma repentina” (Romero). Este mito es una explicación de por qué una persona en el mundo actual tiene una deformidad o enfermedad.
Otros mitos y leyendas de Chiloé ayudan a explicar cómo es la vida chilota. Se usa la figura de Pincoya para describir y predecir cómo será la temporada de pescar los mariscos y peces en los canales. Se ve la Pincoya como una diosa de una belleza extrema y tiene un baile específico que predice la temporada de pescar de ese año. “Cuando realiza su baile mirando hacia al mar, significa que en ese lugar habrá una abundancia de peces y mariscos. En cambio, si lo hace hacia la playa, indica que los peces y mariscos escasearán” (Naguil 16). Efectivamente, la Pincoya es un símbolo de fertilidad del mar y de su entorno (Romero). Otra figura que también lleva unas indicaciones de la temporada de pescar en Chiloé es el Caballo Marino. Como señala el nombre, esta figura es por una parte caballo y por otra parte una criatura del mar y sobre todo una figura bastante fea. El Caballo Marino sirve como un modo de transporte para las brujas desde la Isla Grande de Chiloé hacia el buque fantasma (Naguil 20). Además el Caballo Marino para la gente chilota es “un vehículo ideal de realizaciones increíbles...la presencia del Caballo Marino cerca de los corrales de pesca, pronta escasez de peces en corral” (Naguil 20). Esta criatura es un mal augurio y la gente espera nunca verle. El Cuchivilú es otro monstruo marino que parece un cerdo que pasa por la noches y destruye los corrales de pesca (Romero). La destrucción de estos corrales es un evento desafortunado que la gente atribuye al Cuchivilú; un evento desafortunado que se podía atribuir a una destrucción causada por una tormenta marina.
Por supuesto, hay unas maneras de protegerse de la brujería que existe en Chiloé: se puede sacarse la ropa y ponérsela al revés, colocar un grupo de cuatro cebollas chilotas en los cuatro rincones de la casa, llevar las cebollas chilotas consigo en todo momento, o hacerse una cruz con ajo molido en el pecho al salir de la casa (Velásquez). Es importante entender también que no todas las personas que parecen feas, viejas, indígenas, pobres, ignorantes, o con una deficiencia mental son brujas (Velásquez). Es importante acordarse de esto porque si se acusa a una persona así, una bruja verdadera puede saber de esta persona chismosa y hacerle alguna brujería.
Los personajes que forman la mitología chilota son figuras culturales para la gente, parecidas a las figuras que tenemos en los Estados Unidos tales como el conejo de la Pascua, el Papá Noel o la hada de dientes. Los mitos y leyendas de Chiloé no representan cómo piensa toda la gente chilota en todos momentos, pero no creer en la mitología invita que uno de los personajes ya mencionados le persigan al no creyente.
